«Plasmar en imágenes los terrores nocturnos». De esa manera presenta su trabajo la fotógrafa argentina.
Sanguinetti dice que descubrió la fotografía en 2011, «en un momento en el que estaba en una encrucijada». Ese año empezó a retratar a una amiga: «la cámara fue mi primera prótesis».
A continuación, algunas definiciones suyas y una galería de su obra.
Lo que intento es unir todas mis partes, mis rostros. Amaría ser una persona organizada, planear mis producciones, pero me es imposible: por más que planee, las emociones del momento me llevan para otro lado.
No creo que haya retratos buenos o malos. Quizás sea como lo que decía Nietzsche sobre la música malvada y la música inocente.
La censura en Instagram empeora sobre todo en cuerpas no hegemónicas: de alguna manera, todo lo raro, distinto, pareciera incomodar.
Recuerdo a una chica que hacía lencería independiente y que comenzó a apostar por cuerpas reales, y a pesar de que las modelos estaban en ropa interior sus fotos fueron constantemente censuradas.
Mi trabajo se basa en la exploración de cuerpos solitarios, en una transición entre el aire y la materia, la luz y la ausencia de luz.
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