Amakaik, vinos y cultura artesanales


Ubicado en una pequeña localidad llamada Atuel Norte en el distrito Cañada Seca, a unos 30 km. de San Rafael, Mendoza, la bodega y finca Amakaik es un proyecto vitivinícola, turístico y cultural que tiene como leitmotiv el cuidado del ambiente y la producción artesanal y orgánica.

“Nos interesa que cada copa cuente una historia. El vino es un hecho cultural, una forma de diálogo con el mundo y con quienes lo habitan”, dice su enólogo y alma mater, Alejandro Matthiess, con quien hablamos para conocer más del proyecto.

¿Cuándo y por qué surgió Amakaik?

Todo nació a partir de una búsqueda personal vocacional y de trascendencia. Luego de muchos años de trabajar como ingeniero para distintas industrias y empresas, la idea fue abrir el horizonte y buscar una actividad que me acercara a la tierra y que tuviera 3 condiciones fundamentales: obtener los frutos de la tierra, poder transformar esos frutos en un producto bueno para el consumo humano y que tuviera el potencial turístico para la familia y otros.

Ya habíamos conocido San Rafael con Verónica, mi pareja, y nos había encantado, así que en 2013 realicé varios viajes hasta encontrar la finca que cumpliera con los objetivos. Así apareció este paraíso terrenal al que bautizamos Amakaik, que en Tehuelche significa: la que lleva la vida, la que lleva el fuego. La finca linda con el Río Atuel y está rodeada de productores frutales, como vid, durazno, ciruela, membrillos, damasco, olivas, etc. Originalmente tenía solo 1 hectárea con un viñedo de Cabernet Sauvignon de 30 años. En las otras 2 plantamos Malbec y construímos la bodega.

¿Qué significa ser una bodega «artesanal» y por qué decidieron que así fuera?

El proyecto nació, es y será artesanal, porque es parte de la filosofía del proyecto. A pesar de que fuimos adquiriendo equipamiento industrial, como moledoras de uva industriales, tanques de acero inoxidable, equipo de frio y tapadora neumática, lo artesanal radica en la forma de cuidar el viñedo, la forma manual de cosecharlo, el método cuidadoso de maceración, fermentación y guarda de vinos.

Tanto nos importa el cuidado de lo producido que en 2016 comenzamos con el proceso de certificación orgánico. Primero de la finca, de la tierra, luego de 3 años obtuvimos el certificado de la empresa OIA, y luego certificamos como orgánico el proceso de vinificación. Eso nos permite entregar un vino sano, sin agregados tóxicos y muy cuidado. 

¿Cuánta producción anual tienen? ¿Se especializan en alguna cepa? 

Es una producción acotada, de alrededor de 10.000 a 15.000 botellas por año. Esto nos permite tener una trazabilidad adecuada y cuidar la calidad del vino. Producimos vinos varietales de Cabernet Sauvignon, Malbec, Syrah, Bonarda, y a veces también blends de Syrah/Bonarda o Cabernet/Malbec, por el cual hemos recibido algunos premios. Hace algunos años estamos experimentando también sobre cepas criollas o cepas tradicionales como Pedro Jimenez y Moscatel, realizando vinos Naranja o PetNat.

Alejandro Matthiess, enólogo e impulsor de Amakaik

¿Dónde se pueden encontrar los vinos?

Tratamos de achicar la cadena logística, para abaratar los costos, así que la mayor parte se comercializa en forma directa, a través de entregas pactadas con costo bonificado del envío en CABA. También se pueden adquirir en la bodega, y en Almagro, en La Taberna de Platón (Yatay 367), se pueden pasar a retirar los vinos adquiridos. 

Es frecuente encontrar los vinos en eventos de música, filosofía, literatura y arte, en una búsqueda por reforzar el vínculo entre lo sensorial y lo intelectual. Estamos en algunos lugares como el Centro Cultural de la Cooperación, el restaurante alemán Extrawurst y Pista Urbana, entre otros. Y hemos realizado algunas pequeñas exportaciones de Malbec a Alemania.

Tienen además un proyecto turístico. ¿Cómo es esa movida? 

El proyecto de Finca Amakaik es una extensión del proyecto de la bodega. En la finca hemos incorporado un concepto de 100% de sustentabilidad, con paneles solares para reducir la huella de Carbono, riego por goteo para aumentar el rendimiento hídrico, y contamos con un sistema de reciclaje de desechos. Por eso decidimos abrir las puertas de la bodega a visitantes que quieran conocer Amakaik, realizar degustaciones y puedan pasear por los viñedos y acercarse al Río Atuel.

También incorporamos 2 containers (para 2 y 4 personas) reciclados como cabañas hermosas, con todas las comodidades para disfrutar unos días en la zona. Queremos que las personas que gustan de experiencias enoturísticas, o turismo rural y sustentable, puedan disfrutar de un espacio distinto, natural y orgánico. 

¿Por qué dicen que el vino es cultura? ¿Y qué es La Taberna de Platón? 

La cultura es la capacidad humana de transmitir a futuras generaciones y al entorno de la comunidad conocimiento, valores que no solamente tienen que ver con las expresiones artísticas, sino también la forma de hacer algunas actividades como la gastronomía y la agricultura.

El vino expresa en forma muy notoria esa capacidad, y se va transmitiendo de generación en generación. En La Taberna de Platón, que es la casa de Amakaik en Buenos Aires, ubicada en el barrio de Almagro, buscamos transmitir este concepto. Allí realizamos degustaciones, eventos musicales, literarios/filosóficos, con venta de empanadas y vino. Se puede seguir la programación en Instagram

Por último, Alejandro, ¿qué desafíos tiene hacer vino de forma artesanal en 2025? 

Bueno, por ejemplo, tras más de una década de trayectoria dedicada a la producción de vinos artesanales, orgánicos y de mínima intervención, lanzamos la nueva línea de vinos “De Autor”, que lleva mi firma, Alejandro Matthiess. No es solo una colección de vinos excepcionales sino también una declaración de principios. Está dirigida a quienes entienden el vino como una experiencia estética, como un vehículo de expresión artística y como un símbolo de respeto por la tierra. Elaborados con uvas seleccionadas a mano y mínima intervención en bodega, estos vinos buscan reflejar una filosofía: dejar que la naturaleza hable por sí misma, con autenticidad y profundidad. 

Los vinos “De Autor” ya están disponibles en diversos puntos de venta, entre ellos en CABA en La Taberna de Platón (Yatay 367). También pueden adquirirse directamente en la bodega en San Rafael o realizar pedidos al WhatsApp: 11 2664 8799.

Finca Amakaik


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